
Foto: Jose Silva | El propósito de esta columna, es interrogarnos acerca de las consecuencias jurídicas que se derivan para el propietario de un bien, y particularmente de un bien artístico, cuando este es valorado como un bien cultural e incluido en el patrimonio artístico de la comunidad, y los desafíos a que nos debemos enfrentar para preservar la identidad cultural de un pueblo.